CENTRO CULTURAL SAN FRANCISCO SOLANO
CENTRO CULTURAL SAN FRANCISCO SOLANO. canto XXIII de la comedia humana


















canto XIII


CANTO XXIII DE LA COMEDIA HUMANA

(Eutanasia)

Génesis de la humanidad al mundo,

Que nacido viene al mundo llorando

Y al final va como va Segismundo.


Grito invaluable de la dulce vida

Espanta a Satanás que herir te quiere

Con su abominable intención temida.


Primavera con flores de alegría

Y con amor, felicidad y llanto

Y que al arcano otoño temería.


De la cosa secreta de la ciencia,

Para el enfermo terminal le falta,

Aún falta y se aflige y sin paciencia.


Rayos de oropel en el horizonte,

Exhausta ella al terminar el camino,

Ve cercano el sortilegio en el monte,


También ve mesiánica la eutanasia,

Que de espera en espera, desespera,

De tumba en tumba, una flor de Malasia.


Si no es la eutanasia, es la violencia

Y la pandemia, mortíferas armas,

Y que sus poderes burlan la ciencia,

Malo Juego del mal ajedrez donde

A la reina hay que cuidarle la vida,

Tanto frágil como el rey y su Conde;


Pero es luz que a veces con luz se apaga,

La luz, creando misteriosa sombra,

Sombra de muerte que con dolor paga,


Ya la vida desea irse a otros mundos

Y al borde del abismo entristecida,

Ya le cuentan entre los moribundos.


Sortilegio en lo divino y humano,

Quizás –al atardecer de la vida–,

Un Juicio Final llegará temprano.


Toda pandemia afecta y es deplorable,

Algunas muertes son de las pandemias

Y toda muerte humana es cuestionable,


Oh, la eutanasia ronda a la amorosa,

Que su mano toma a la bella flor

Pero que aún verde, perfuma olorosa–.


Como planta son los días del hombre;

Como la flor del campo, así florece,

Lo azota el viento y sólo queda el nombre.


Dolor, inmensamente doloroso,

Duele con insoportable amargura,

Estadio supremamente angustioso.


Ah, si la luz viniera de Esculapio

Con verso paliativo y de esperanza,

El cementerio huiría de Serapio.


Con vida disipada como el humo

Y sus huesos quemando como brasas,

Y corazón como fruto sin zumo.


Mi verso es un sueño y evoco al Divino;

Si la vida es un sueño, le pregunto:

¿Podemos cambiar nuestro destino?




Bello es el sueño cuando malo o bueno,

Soñar, es luz de vivir mañanera,

Despierta la vida con rayo y trueno.


Vi que dijo que lucharas, lucharas;

Quien es paciente y más paciente,

Recoge su gran poder sin cucharas.


El poeta, cuando ve el futuro y canta

Lo que el camino de la vida parla,

Vuelve la lírica, y el poeta encanta;


Canta poeta, que encantas poeta,

Que encantas cuanto más cantas,

Que tu canto vibre como trompeta,


Con poemas que versan de la vida,

Donde hay amor hay vida todavía,

La vida en amor sigue bendecida.


Escuché que lucharas, que lucharas;

Quien es paciente y más paciente,

Recobra su gran poder sin cucharas.


Sortilegio de leer las señales

De la vida y arte de luchar la vida,

Que se avizora de sus manantiales.


Canta poeta, que la vida encanta,

Que encanta cuanto más cantas,

Que con tu canto la vida abrillanta.


Llegas vida al azahar sin pedirte

Al gran dolor sin final de la vida,

Ya quiero irme pero no quiero herirte.


Como Revista de Azahar de vivos

Que siguen a la flauta del encanto

De alegría, de dolor y de olivos.


Piedad, los señores, piedad señoras,

Por las expresiones de emergencia,

Ya se han marchitado las bellas moras,




Quédate conmigo bella señora,

Quédate conmigo bello señor

Pero sé de ti y de mi bella Dora,


Dolor, inmensamente doloroso,

Duele con insoportable amargura,

Estadio supremamente angustioso.

Para contárselo a la edad futura.


-Mi Dora vuelves y eres mi alegría-,

-Mi Simón, mi corazón bien amado-.

-Sé mi Violeta, que tu ser sufría-,


Viajaste tanto para estar conmigo

Para estar corazón siempre a mi lado.

Ni el demonio será el más enemigo,


Que ni separe ni que nos destruya,

Sé que tu salud no florecerá

Y separarnos nunca mejor que huya.


Doctor yo quiero morir a su lado,

Mi corazón también está turbado

Y no tiene cura, está reservado.


Todo está unido por nuestro dolor,

Por su dolor también quiero morir

Y Joven y moriré por amor.


El cielo abre su brillo luminoso

Para recibirnos con alegría,

Que con todo su azul, todo amoroso

Y su luz, su boca nos sonreía.


Lugar como el Paraíso Grandioso,

Hay que crear un Nuevo Paraíso

Terrenal que hará del hombre, hermoso

Y que Dios con su ejemplo así lo quiso.